martes, 16 de octubre de 2007

Seguimos corriendo


Hace 5 años atrás, en el que a pesar de todo sigue siendo el peor momento de mi vida y de la mayoría de mi familia, mi hermano dijo que sentía que todos ibamos corriendo y que Sebastián se había caído y nadie podía pararse a levantarlo, porque no podíamos parar de correr. Esa imagen vuelve hoy a mi mente y me sigue pareciendo una maravillosa reflexión acerca de ese torbellino que es la vida, y a cinco años de la dolorosa partida del guatón, seguimos corriendo, y su recuerdo y lo que dejó en cada uno de los quienes lo conocieron, es una fuerza que nos ayuda a hacerlo.


Por mi parte, hoy sólo quiero agradecerte por haber sido el más leal de los amigos con mis hermanos, por haberlos amado de esa forma tan incondicional y profunda, y porque el dolor y la luz de tu muerte y de tu vida nos ayuda a vivir.

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