Hoy salí rumbo al ciber-café de la esquina de mi casa algo descompuesta, y dispuesta a descargar esa descomposición en este espacio, pero algo pasó... una mariposa (navecita blanca, delgada, nerviosa) me cambió la visión de este día.
Las pequeñas mariposas blancas siempre traen a mi mente recuerdos hermosos y me recuerdan que siempre vienen días mejores, porque si tuvimos días buenos, entonces podremos volver a tenerlos.
Gracias pequeña por recordármelo, por recomponerme, ya que me ha servido para darme cuenta que los días ya no son tan grises , que está semana ha tenido cosas buenas y que ha sido mejor que la anterior (un cambio favorable en diagnóstico de mi abuela y en el de la mamá de mi amiga), y que he tenido el maravilloso regalo de escuchar a Soda en vivo y que hoy se ha cruzado una mariposita en mi camino.
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