sábado, 19 de febrero de 2011

Compartiendo a mi abuelo

Cachureando en una caja con recuerdos encontré algunos ejemplares del "Boletín informativo del círculo social de jubilados de la prensa" donde mi amado Tata Roberto escribía con regularidad, confieso que leerle me ha provocado una tremenda nostalgia de sus historias, de su voz, de sus caricias, de las largas conversaciones a la sombra de algún árbol. Luego de derramar lágrimas en su recuerdo recordé que siempre me decía "no llores negra que se te acabarán las lágrimas" y he decidido recordarlo (y honrarlo) de otra forma, publicaré en este espacio algunos de sus textos así compartiré con ustedes algunas de sus historias y la manera de pensar que tenía el viejo de mis amores.

viernes, 11 de febrero de 2011

Bienvenida Clau


Han tenido amigas (o amigos) de esas con quienes no importa si estás bien o mal, gorda o flaca, con plata o quebrada, de esas amigas con la que lo único que realmente importa es el mutuo amor. Hoy llega a Chile una de esas amigas, y la emoción me sobrepasa, tal vez porque sé que reíremos y lloraremos como hace años venimos haciendo (sólo interrumpido por este tiempo fuera). Bienvenida Clau!

miércoles, 2 de febrero de 2011

El umbral de la pena

De pequeña mi abuelo me decía que si lloraba mucho entonces no tendría lágrimas para hacerlo de adulta. Con todo lo que me ha ocurrido últimamente(y no tan últimamente) he descubierto que mi umbral del dolor y de la pena ha aumentado, ya casi no lloro, ya casi no sufro. Confieso que en cierta medida me asusta, será que es un mecanismo de defensa que alguna vez me pasará la cuenta, o que, como se dice, tengo "cuero 'e chancho". No sé.
A veces me sorprende lo contenta que ando por la vida a pesar de todo. Será simplemente que algo cambió para siempre cuando llegó mi Ali, que si ella está en este mundo todo lo demás pierde relevancia y pase lo que pase soy feliz.