De pequeña mi abuelo me decía que si lloraba mucho entonces no tendría lágrimas para hacerlo de adulta. Con todo lo que me ha ocurrido últimamente(y no tan últimamente) he descubierto que mi umbral del dolor y de la pena ha aumentado, ya casi no lloro, ya casi no sufro. Confieso que en cierta medida me asusta, será que es un mecanismo de defensa que alguna vez me pasará la cuenta, o que, como se dice, tengo "cuero 'e chancho". No sé.
A veces me sorprende lo contenta que ando por la vida a pesar de todo. Será simplemente que algo cambió para siempre cuando llegó mi Ali, que si ella está en este mundo todo lo demás pierde relevancia y pase lo que pase soy feliz.
2 comentarios:
Me alegro amiga, realmente creo que esa es la actitud que debemos tener en la vida....dejarnos llevar por las cosas bellas y no mirar tanto las feas.
Un besazo, y espero que hayas disfrutado de tus vacaciones.
Si, yo pienso que el sufrimiento tiene un limite y ess entonces cuando nuestra mente desconecta.
Tiene su logica, ya que si fueramos empaticos con todo en la vida nos moririamos de la pena, así que a veces, y aunque suene mal, deberiamos ser menos humanos y más maquinas.
Publicar un comentario