Mi querida Lely:
Ayer durante tu funeral no fui capaz de hablar y decirte aquello que inundaba mi cabeza y mi corazón. Primero que te amo y te amaré siempre, que a pesar de todas las discuciones que tuvimos desde que yo era una niña fuiste una gran abuela y nunca dudé ni dudaré de tu amor. Fuiste la abuela más atípica que he conocido, la que había trabajdo toda su vida, que no era de arrumacos (tu cariño físico, mas bien dolía), pero que desde antes que yo naciera siempre estuvo dispuesta a darme todo lo que pudiese necesitar. Sé que te hice rabiar, pero la vida nos enseño a las dos que yo siempre sería "chascona", que siempre buscaría nuevos árboles y techos a los que subir, que jungaría cuanto pudiera con la tierra ensuciándome de forma inevitable, sin embargo también sabemos ambas que tu influencia en mi vida fue muy grande, es por ti que no salgo a la calle si la ropa no combina, es por ti que no pongo los codos en la mesa, y ahora que soy adulta se ha cumplido tu vaticinio y debo decir que "mi abuelita tenía razón", aunque no esperé tu muerte para reconocerlo. Gracias por todo!!
Te prometo que estaré cerca de mi Tata, a quién le harás mucha falta, fuiste la "compañera de su vida" como te dijo ayer en el cementerio, sé muy bien que a pesar de todo lo que pasaste a su lado siempre lo amaste y hasta el último momento era él tu mayor preocupación.
Adiós Lely, todo el amor de tu nieta mayor, chascona, inquieta y peleadora.
2 comentarios:
Ah, las fotos corresponde a dos momentos maravillosos, el primero no lo recuerdo, pero sé que ella sí y el segundo hace 11 años un 12 de octubre, mi cumpleaños, durante una presentación de gimnasia rítmica en el Estadio Español.
Que lindo mi negra. Sé cuanto amas a tu lely y me enorgullece tu fidelidad. Te amo.
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