Cuando era niña amaba jugar con los timbres, corcheteras, plumas (sí, plumas), tinta y papelería del SNS (Servicio Nacional de Salud)que tenían mis abuelos en casa. Con mi prima, la misma que ahora no me habla, armábamos una oficina y timbrábamos todo lo que se nos cruzara. Mi timbre favorito era el que marcaba la firma de mi abuelo, su irreproducible firma, esa que nuca se borrará de mi memoria con unas enormes R para honrar las tres que tenía su nombre, esa misma que yo hago grandota en mi firma.
Con los años decidí estudiar kinesiología, porque me gustaba el deporte y por ahí, algo de la salud. Como buena kinesióloga, me dediqué a la clínica, muchos pacientes que atender para poder hacerse un sueldo digno a fin de mes, pero siempre sentí que algo me molestaba o algo me faltaba. Una mañana, una buena amiga me llama para ofrecerme un trabajo en una sala de rehabilitación comunal, yo, una pobre humanita cesante, acepté inmediatamente, fueron tres años de maravilloso trabajo, satisfacciones y desazones, pero yo seguía sintiendo que algo me faltaba.
Hace tres meses, alguien me dijo que había un concurso para ser coordinadora de un centro de rehabilitación, pensé que sería una buena oportunidad para desarrollar mi veta gestora (hasta diplomado en gestión te hice) y postulé. Cuando llegué a la primera entrevista, la psicóloga comienza a describir el cargo, yo la escucho y no me la creo, el cargo es haciendo puritita gestión, cosa q essas alturas, yo sabía era lo que quería pa' mi vida. Cuento corto, postulé y quedé.
Hoy que acabo de terminar mi partición en un encuentro nacional de encargados de rehabilitación, recuerdo ese gusto primero por jugar "a la oficina", en mi cabeza resuena la voz de mis abuelos contando sus andanzas en el SNS y siento que estoy donde debo estar.
Marga.
3 comentarios:
Que genial es verte feliz en lo que haces, no hay nada mejor que trabajar en lo que a uno lo llene y que el corazón esté feliz, espero yo también sentir esa satisfacción cuando encuentre mi pega soñada =P UN ABRAZOTOTOTOTOTE
También recuerdo haber jugado a oficinas :)
asi es bonita historia
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