miércoles, 18 de febrero de 2009

Ahora que estoy sentada esperando aque llegue una nueva tormenta, me pasan cosas extrañas, por mi trabajo veo muhca gente, particularmente señoras ya mayores, y en esas señoras mayores veo a alguna de mis abuelas, que si el perfume, o la forma de hablar, a veces características físicas, en fin es como si vinieran a visitarme a decirme que están aquí a mi lado como antes, sentadas conmigo esperando la tormenta.

4 comentarios:

Alicia dijo...

Creo que aquellos a los que queremos y que nos quisieron siempre están con nosotros... yo lo siento asi.
Un beso

Rodolfo Serrano dijo...

Ay, ¿conoces la canción de Pablo Guerrero "A cántaros". Buscalá por internet. Te emocionara. Empieza diciendo:
"Tú y yo, muchacha, estamos hechos de lluvia (...) dame la mao y vamos a sentarnos bajo cualquier estatua. Que es tiempo de soñar y de creer que tiene que llover a cántaros"

Rodolfo Serrano dijo...

Bueno: Te la pongo entera:

Tú y yo, muchacha, estamos hechos de nubes
pero ¿quién nos ata?
Dame la mano y vamos a sentarnos
bajo cualquier estatua
que es tiempo de vivir y de soñar y de creer
que tiene que llover
a cántaros.
Estamos amasados con libertad, muchacha,
pero ¿quién nos ata?
Tu en tu barro dispuesto, elegido tu sitio,
preparada tu marcha.
Hay que doler de la vida hasta creer
que tiene que llover
a cántaros.
Ellos seguirán dormidos
en sus cuentas corrientes de seguridad.
Planearán vender la muerte y la paz.
¿Le pongo diez metros, en cómodos plazos, de felicidad?
Pero tú y yo sabemos que hay señales que anuncian
que la siesta se acaba
y que una lluvia fuerte, sin bioencimas, claro,
limpiará nuestra casa.
Hay que doler de la vida, hasta creer,
que tiene que llover
a cántaros.

Samuel dijo...

Muy acertado el comentario de Rodolfo... como siempre. Es bonito sentarse con alguien a ver el mar, y recordar que el mundo entero sigue a tu lado.

Un abrazo, nos leemos!